Es un instrumento de análisis para comparar la distribución jerárquica de las ciudades de cualquier sistema de ciudades con su distribución ideal.
Esta regla afirma que la población del núcleo principal de un país equivale aproximadamente al doble de una ciudad situada en segundo rango, al triple de las de tercer rango y así sucesivamente, para que la jerarquía urbana sea equilibrada. Por tanto, la relación consiste en que la población de orden o rango r es de 1/n el tamaño de la población de la ciudad más poblada. La ciudad situada en segundo lugar posee aproximadamente 1/2 de la población de la primera, la tercera tiene 1/3, la cuarta 1/4, y así sucesivamente.
Su formulación es la siguiente:
Por tanto, para conocer la población esperada de una ciudad se divide la población de la ciudad más poblada por el rango o número de orden que ocupa en el sistema la ciudad cuya población queremos averiguar. Por ejemplo, para el caso español, para hallar la población esperada de Bilbao, que ocupaba el décimo lugar por su tamaño de población en 2021, no hay más que dividir la población de la primera ciudad (Madrid, con 3 305 408 habitantes) entre 10. El resultado es unos 330 541 habitantes, que se aproxima bastante a la población real a esa fecha de referencia (346 405 habitantes).
La representación gráfica de esta regla permite expresar los modelos de distribución jerárquica dentro de los sistemas urbanos y su grado de adecuación a la distribución ideal que se plantea como la situación óptima. Para ello se dibuja un eje de coordenadas cartesianas y se coloca en las abscisas (X) los números correspondientes a las aglomeraciones consideradas dentro del sistema (o el nombre de las mismas) y en las ordenadas (Y) sus respectivos efectivos demográficos. El resultado será una curva más o menos regular según el grado de ajuste a la distribución normal prevista por la regla rango-tamaño.
La población esperada y la que cada una de ellas tiene en la realidad pueden ser representadas en el mismo gráfico, con lo que podemos valorar el grado de aproximación de las aglomeraciones del sistema considerado al modelo ideal de la regla rango-tamaño. No obstante, la adecuación entre los valores reales y los estimados del sistema analizado puede ser expresada también en un cuadro de datos, donde se recojan la diferencia entre la población observada y la población esperada de cada ciudad y los valores del cociente Po/Pe.
El cociente Po/Pe resulta de dividir la población observada (real) de cada ciudad por su correspondiente población estimada. Valores del cociente cercanos a la unidad indican un alto nivel de ajuste, valores por encima de la unidad señalan que la población real es superior a la esperada, y valores inferiores a la unidad manifiestan poblaciones por debajo de las que cabría esperar en una situación ideal.
La distribución ideal de la regla rango-tamaño expresa igualmente las condiciones óptimas que debería tener la jerarquía urbana para facilitar las interrelaciones entre aglomeraciones y para fomentar los procesos de difusión y adopción de innovaciones de los que depende el desarrollo económico, social y cultural de los países o regiones en los que se localizan las redes.
Las distribuciones regulares y más próximas al modelo rango-tamaño se encuentran en los países y regiones más desarrolladas, que tienen redes urbanas completas y bien jerarquizadas. Al contrario, las distribuciones más irregulares corresponden a países y regiones menos desarrolladas, con redes incompletas y macrocéfalas.
Clasificación de los asentamientos de un territorio en niveles distintos y subordinados. El criterio empleado es normalmente de tipo demográfico, como en el caso del método regla rango-tamaño, si bien es más frecuente que dependa del grado de desarrollo de las actividades terciarias y de la existencia de servicios especializados. En la actualidad se consideran las relaciones de interdependencia como la forma más adecuada para conocer el sistema urbano de un país o una región.