Para comprender el espacio geográfico desde una perspectiva sistémica (donde distintos elementos se interrelacionan en término de energía y materia) es importante educar la mirada geográfica hacia el aprecio del patrimonio paisajístico, la sostenibilidad y el respeto hacia el territorio.
A la hora de interpretar, de forma genérica, un paisaje es necesario sistematizarlo (es decir, poner orden de algún modo; por ejemplo, identificando sus componentes, su función, estado, etc.) y, a continuación, clasificarlo atendiendo al orden fijado.
¿Cómo podemos clasificar un paisaje?
Un paisaje se puede clasificar atendiendo a diferentes criterios. Algunas de las propuestas más utilizadas son aquellas que clasifican:
Por sus componentes
El carácter de un paisaje viene determinado por sus componentes. Por tanto, podríamos clasificar un paisaje según el componente o componentes dominantes:
- Abióticos: elementos no vivos de un ecosistema.
- Bióticos: seres vivos de un ecosistema.
- Antrópicos: elementos humanos.
Por el tipo de sistema
Todos los paisajes son resultado de entradas y salida de energía y materia. En función de quién controla esas entradas y salidas, se puede distinguir entre:
- Naturales: no interviene la acción humana en los ciclos de materia y energía.
- Antrópicos: la acción humana interviene de alguna forma (parcial o completa) en los ciclos de energía y materia.
Por su función
Los paisajes se pueden diferenciar según su función o fin al que responden:
- Naturales: no son producto de la acción antrópica, pero pueden cumplir una función ambiental, educativa, recreativa, etc.
- Agrarios: su función predominante es la producción de recursos agrarios (es decir, agrícolas, ganaderos, silvícolas, forestales).
- Rurales: combina la función de producción de recursos agrarios, que es la predominante, con la habitacional (pequeños núcleos, población dispersa y de baja densidad) y ciertas funciones industriales (industria agroalimentaria, extractiva, almacenaje), medioambientales, turísticas y de ocio (turismo rural) que se relacionan con el espacio natural.
- Urbanos: destaca la función residencial.
- Industriales: su función principal es la extracción, transformación y producción de recursos industriales.
- Terciarios o de servicios: su función es proporcionar servicios, como el transporte, la comunicación, abastecimiento, almacenamiento y tratamiento de residuos, vertidos, etc.
También se pueden diferenciar paisajes perturbados naturalmente (por ejemplo, por causa de un fenómeno natural), perturbados por la accción antrópica (cambios repentinos en el paisaje debido a la acción humana, como por ejemplo, vertidos) o incluso paisajes degradados (por producirse desequilibrios en las condiciones de sostenibilidad del sistema, por ejemplo, en la renovación de recursos).
Reflexionamos
Atendiendo a la clasificación de paisaje realizada por su función, ¿sabríamos nombrar o identificar algún paisaje agrario presente y característico en España?
Podemos ver ejemplos de paisajes agrarios en la historia interactiva Espacios agrarios y sus aprovechamientos (incluida en el apartado Paisajes y aprovechamientos agrarios del tema «Actividades agrarias» de Bachillerato)