Educación
La educación puede definirse como un derecho fundamental y de servicio público en España, en cuanto a la demanda, necesidades y atención al ciudadano. En España, es universal y gratuita la educación básica, que comprende la educación primaria, secundaria y la formación profesional básica (entre los 6 y 16 años de edad) y es gratuito, pero no obligatorio, el segundo ciclo de educación infantil (de 3-6 años).
El sistema educativo de nuestro país se caracteriza por su complejidad, al ser múltiples los factores implicados: alumnado, profesorado, centros, equipamientos, instituciones, etc.; así como las interacciones con la sociedad en la que se inserta: marco territorial, evolución de la población en edad escolar, crecimiento económico, desarrollo científico o políticas públicas. El sistema educativo tiene ante sí múltiples desafíos como la necesidad de formación permanente y adecuada del profesorado, la mejora del equipamiento educativo y conformar un sistema educativo que tenga estabilidad y flexibilidad al mismo tiempo.
Se estructura en Enseñanzas de Régimen General (que incluye la Educación Infantil, la Educación Primaria, la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), el Bachillerato, la Formación Profesional y la educación universitaria. También las enseñanzas de régimen especial, la educación a distancia y la educación de las personas adultas) y Enseñanzas de Régimen Especial (enseñanzas artísticas, de idiomas y deportivas).
Observamos el mapa de centros de Enseñanzas de Régimen General (en este caso, referido educación infantil, primaria, especial y la educación secundaria —ESO y Bachillerato— y formación profesional y otros programas formativos) agrupados por municipio y representados en la capital municipal, aunque su ubicación esté en otra entidad de población distinta de la capital. También se incluyen los centros rurales agrupados, caracterizados por tener clases en distintos municipios, pero se contabilizan en el centro cabecera.
Los centros de enseñanza son elementos vertebradores del territorio y adquieren una dimensión especial en las áreas rurales, ya que su presencia ayuda a contener la emigración rural (la presencia de centros públicos de enseñanza en áreas rurales de baja densidad de población es un asunto muy relevante desde el punto de vista educativo, territorial y de vertebración social). A su vez, el territorio desempeña un papel de primera importancia en la organización del sistema educativo. La distribución de centro educativos en el curso 2021/2022 que se observa en el mapa concuerda, a grandes rasgos, con la distribución de la población, que muestra grandes contrastes entre áreas rurales y urbanas y entre la costa y el interior peninsular.
En relación a la Enseñanza o Educación Superior, esta es la continuación de la educación secundaria e incluye tradicionalmente la Formación Profesional de Grado Superior y los estudios universitarios. Las universidades españolas deben ser analizadas según sus principales indicadores: desde los más genéricos (alumnado, profesorado, etc.) a los más específicos (productividad científica, equipamientos, ratios, etc.).
Las universidades españolas se pueden dividir en:
- Universidades históricas creadas antes de 1968 a instancias del gobierno de la nación (por ejemplo, Valladolid o Salamanca)
- Universidades autónomas o de descentralización, creadas en 1968 por razones de demanda y estratégicos (por ejemplo, Universidad Autónoma de Madrid o Universidad Autónoma de Barcelona)
- Universidades regionales (como la Universidad del País Vasco o la Universidad de Extremadura)
- Universidades de reequilibrio intrarregional (como las universidades de Córdoba, Alicante o León)
- Universidades de reequilibrio intrametropolitano (por ejemplo, la Universidad Carlos III de Madrid)
- Universidades de carácter privado, ya sean históricas (Deusto) o recientes (Europea de Madrid)
Ciencia
El panorama de España en ciencia y tecnología puede abordarse desde diferentes puntos de vista y se erige como un aspecto muy vinculado a cuestiones económicas de orden nacional e internacional. Conviene destacar la inversión en I+D+i de las empresas, las Universidades y la Administración Pública y el gasto por habitante en las comunidades autónomas.
