La vegetación real o actual es el resultado combinado de la influencia de los factores naturales, pero sobre todo de la transformación que ha hecho el hombre sobre el paisaje vegetal.
Las formaciones vegetales actuales no coinciden en la mayoría de los casos con las formaciones vegetales potenciales o naturales, puesto que se corresponden con superficies de cultivos, pastizales, áreas urbanas totalmente controladas por el hombre o con etapas de sustitución de la hipotética vegetación potencial que podría existir.
Bien es cierto que, en algunas zonas, sobre todo en las áreas de montaña y en espacios protegidos, las formaciones vegetales reales son bastante similares a las potenciales (o al menos no son excesivamente diferentes) debido fundamentalmente a la escasa intervención humana sobre ellas.
En esta tabla de tipos de vegetación podemos ver en cifras la diferencia entre la vegetación potencial y la actual.
En el siguiente mapa interactivo observamos las formaciones vegetales actuales y potenciales. Nos aseguramos de tener activadas las capas de «Formaciones vegetales actuales» y «Formaciones vegetales potenciales». Con la herramienta Comparar podemos visualizar simultáneamente ambas capas (actual a la izquierda, potencial a la derecha) para observar las diferencias.
También podemos compararlas alterando su transparencia, haciendo clic en los tres puntitos que aparecen junto al nombre de la capa en el panel de capas.
Reflexionamos
Nos ubicamos en el mapa sobre Galicia. Con la herramienta Comparar o simplemente activando y desactivando capas, observamos cómo ha cambiado la vegetación, ¿qué transformaciones significativas ha introducido la actividad humana?, ¿conocemos alguna otra zona de España donde se haya dado un fenómeno similar?
Formación arbustiva poco densa, resultado de la degradación del bosque y matorral mediterráneo. Presenta arbustos de porte bajo entre los que destacan especies como la coscoja, la jara y plantas aromáticas como el romero o la lavanda. Se desarrolla sobre roca generalmente caliza.
Formación arbustiva densa y cerrada, resultado de la degradación del bosque y matorral mediterráneo. Presenta arbustos que pueden superar los dos metros de altura, como jaras, brezos, madroños y algún árbol disperso. Aparece en áreas generalmente de suelo silíceo.
Relativo a plantas o formaciones vegetales que pierden su hoja durante la estación fría. En España estas formaciones son características del clima oceánico y, por consiguiente, de la región biogeográfica eurosiberiana. Presentan árboles de tronco recto, liso y hojas anchas, como el roble o el haya, y sotobosque pobre.
Conjunto de especies vegetales que se da de forma natural en un entorno con las alteraciones introducidas por la acción humana.
Conjunto de especies vegetales que pueden formar comunidad y pueden prosperar en un área teniendo en cuenta sus condiciones climáticas y edáficas, sin la intervención del ser humano.
Comunidades vegetales formadas por matorrales poco exigentes con el medio en el que se desarrollan, que son las primeras en colonizar áreas en las que la vegetación climácica se ha visto alterada, generalmente por la acción humana (incendios o roturaciones).
Conjunto de especies vegetales que pueden formar comunidad y pueden prosperar en un área teniendo en cuenta sus condiciones climáticas y edáficas, sin la intervención del ser humano.
En prácticamente toda la extensión territorial de Galicia y el occidente asturiano la formación vegetal que cabría esperar en su máximo desarrollo de forma natural y estable sería el robledal. Actualmente, solo quedan reductos en el interior de Lugo, Ourense y Asturias, mientras que en la costa se ha llevado a cabo una masiva plantación de eucaliptos y pinares para aprovechamiento de madera y obtención de papel.