Los archipiélagos ofrecen dos tipos de relieve claramente diferenciados. Las islas Baleares son una continuación del relieve peninsular, mientras que las Canarias son completamente independientes, por su situación geográfica (placa africana) y su carácter volcánico.
Islas Baleares
El archipiélago balear tiene una elevación media de 140 metros sobre el nivel del mar. Las islas de Mallorca, Ibiza, Formentera y Cabrera representan la continuación geológica de las cordilleras del Sistema Bético hacia el Mediterráneo, como atestiguan su estructura geológica, materiales y antigüedad. Es en Mallorca donde mejor se aprecian estas características, con dos cadenas montañosas y una depresión interior (llanura central): al noroeste se sitúa la Serra de Tramuntana, con la mayor elevación del archipiélago (Puig Major, 1436 m), y al sureste las Serres de Llevant. Por su parte, Menorca es una prolongación de las Cordilleras Costeras.
El siguiente mapa interactivo, centrado en Baleares, muestra las regiones geológicas. En el panel de capas podemos activar y consultar otras capas de relieve, como por ejemplo, «Hipsometría. Curvas de nivel.», «Litología», etc.
Islas Canarias
El archipiélago canario, situado en el océano Atlántico, está compuesto fundamentalmente por rocas volcánicas asociadas a episodios de emisión que se remontan al Cretácico superior. Pero también está asociado a episodios recientes, ya la actividad volcánica ha continuado hasta la actualidad.
En el archipiélago canario han habido erupciones históricas en las islas de Tenerife, La Palma, El Hierro y Lanzarote. La última erupción ha sido en La Palma (19/09/2021-13/12/2021).
El siguiente mapa interactivo, centrado en Canarias, muestra la geología de este archipiélago. También podemos visualizar la capa de «Erupciones históricas», activándola en el panel de capas, que en este caso corresponden con aquellas bien documentadas desde 1585.
Las islas ofrecen como rasgo común su carácter montañoso, con una altitud media elevada, aunque menor en las islas de Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa que en el resto. De hecho, es en Canarias donde se ubica la cumbre más alta de España, el Teide con sus 3715 m. Cabe señalar también, que este es el único estratovolcán activo de España.
Las elevadas altitudes de algunas islas, unido a su limpia atmósfera, es un aspecto que ha sido aprovechado para la instalación de grandes observatorios astronómicos: El Observatorio del Teide (en Izaña, con 2383 m) y el del Roque de los Muchachos (2428 m), en las islas Tenerife y La Palma respectivamente.
La naturaleza volcánica del roquedo resultado de las distintas erupciones, la abundancia de basalto, traquitas y fonolitas y los grandes desniveles que entraña la montaña han originado formas de relieve espectaculares y únicas en el conjunto español. Entre sus morfologías destacan, por su dimensión, dos grandes estructuras: los macizos y las dorsales. Los macizos corresponden a zonas donde afloran los materiales más antiguos de la isla y son estructuras poligénicas, formadas por sucesivas erupciones que terminan llegando al mar (ejemplos son: el macizo de Anaga en Tenerife o el macizo de Betancuria en Fuerteventura). Las dorsales son edificios poligénicos con una línea de cumbres muy marcadas (ejemplo: la Dorsal de Pedro Gil en Tenerife).
Entre otras formas de relieve menores, pero no menos importantes, destacan las calderas, los cráteres y los conos o edificios volcánicos, los pitones o roques de lava (elementos destacados en el paisaje que la erosión ha puesto al descubierto), los tubos volcánicos (formados cuando una gruesa colada de lava fluye bajo la costra externa enfriada, vaciándose posteriormente su interior) o los malpaíses (resultantes de la solidificación de las lavas viscosas, que dan lugar a una superficie irregular).
Reflexionamos
¿Sabríamos definir y describir dos de las geoformas características del volcanismo: conos volcánicos y calderas? Identificamos estas geoformas en el mapa de geología de las islas Canarias que se muestra en este epígrafe.